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26

ene 2024

Respeto por Castilla y León

26 de Enero de 2024.

Articulo de opinión de J. LUIS F. DEL CORRAL 2023. elantivirusblog@gmail.com


Mi Antivirus de este viernes se hace eco de los preparativos de la 38 edición de la Gala de los Premios Goya en Valladolid. Más de 40 organizaciones preparan una movilización coincidiendo con la gala para denunciar las “políticas excluyentes de la extrema derecha” y exigir a Mañueco “respeto por Castilla y León”. Estos son los motivos:

Valladolid, ciudad del cine, se prepara para acoger la 38 edición de los Premios Goya, uno de los mayores acontecimientos culturales del país. Ocho estatuas del genio aragonés, réplicas de la obra del valenciano Mariano Benlliure, interpelan ya en las calles de Pucela viejos y nuevos desastres con su mirada penetrante y crítica, nunca indiferente ni equidistante. Gracias a los Premios Goya y un cine comprometido con la sociedad civil Valladolid se convertirá el 10-F en un altavoz contra la intolerancia, el odio, la crispación, la deshumanización del adversario, el desmantelamiento de derechos, las guerras sucias (como si hubiera alguna que no fuera sucia)… Doscientos años después, Francisco de Goya no sería hoy neutral con las faltas de respeto institucional, como no lo fue con los desmanes y la represión del rey Fernando VII o con la crueldad reflejada en los “Desastres de la Guerra de la Independencia”… y menos aún lo sería con el genocidio consentido a Israel en Gaza. Tampoco sería neutral, con la complicidad de quienes dinamitan avances democráticos y “siembran” odio en su alianza con la extrema derecha.

Valladolid se prepara para acoger dentro de dos semanas la gala de los Premios Goya. Se prepara la hostelería, las salas de cine, los centros educativos, el Museo Nacional de Escultura… y la calle; la calle, con más de 40 organizaciones de Castilla y León preparando una movilización sin precedentes “contra las políticas excluyentes de la extrema derecha”. Piden respeto, “respeto a Castilla y León”. La voz de la calle se escuchará de nuevo en los Goya y en los hogares de millones de ciudadanos; le pese a quien le pese. Se llama dignidad.

Porque en Castilla y León empezó (casi) todo. Aquí se constituyó el primer gobierno autonómico de España con la extrema derecha en el poder político. Aquí, el PP de Alfonso Fernández Mañueco dinamitó el Diálogo Social que su antecesor, Juan Vicente Herrera, encumbró a seña de identidad internacional con empresarios y sindicatos. Aquí, Mañueco firmó con Abascal una enmienda a la totalidad contra el que fuera su jefe en el partido y en el gobierno. Aquí, Mañueco se ha convertido por méritos propios en el antónimo del respeto. Aquí, en Valladolid, Mañueco asfixia un servicio nacido para el diálogo entre empresarios y sindicatos; se llama Serla y hoy, por orden de la extrema derecha, la Junta impide a 5.000 trabajadores vallisoletanos despedidos utilizarlo cual derecho a la mediación en conflictos individuales. ¿Es el diálogo un “gasto superfluo” como reza el ambiguo pacto PP-Vox?

Hay mucho más. Aquí, “la Consejería de Cultura quiere declarar bienes de interés cultural las construcciones con simbología franquista y fascista, para así evitar su retirada, regulada en la Ley de la Memoria Democrática” (Manifiesto 10-F). Aquí, “en Castilla y León, no existe una ley autonómica de Memoria Histórica”. Aquí, un vicepresidente practica el odio al inmigrante equiparándoles con delincuentes con el permiso cómplice y silencioso de Mañueco. Aquí gobierna sin freno la vanguardia española de expulsión de jóvenes por falta de futuro. Aquí se tolera con silencio institucional y mediático la expulsión de empresas a Madrid por el ‘dumping fiscal’ de Ayuso, esa copresidenta del PP nacional defensora de la guerra sucia y del insulto sin matices. En esta Comunidad se recortan y frenan derechos a las mujeres. Aquí, “el gobierno del PP no se atreve a actualizar la ley de violencia de género en las Cortes, acordada hace dos años en el diálogo social, porque se lo impiden sus socios de extrema derecha”. Aquí, el “nuevo” PP asume complaciente ser la única autonomía sin ley de defensa y protección de los derechos de las personas LGTBI. Aquí, con Vox en la Junta, ganó fuerza el clientelismo en los medios de comunicación con potentes y opacas subvenciones, cuestionadas por la AIREF y por la oposición y ajena al control parlamentario; sí, esa “práctica política”, en palabras de la RAE, “de obtención y mantenimiento del poder, asegurándose fidelidades a cambio de favores y servicios”. Vox amenazó con recortar esas ayudas a los medios y cuestionar la TVCyL privada pagada con fondos públicos. Pero todo quedó en amenaza porque se sirvió de lo mismo que criticaba... De la agenda política y mediática de este ecosistema clientelar decayeron protagonistas que molestaban a la ultraderecha (apagón informativo contra sindicatos y control selectivo de los espacios a la oposición), y asuntos malditos para Vox: igualdad de oportunidades, feminismo, derechos de los inmigrantes, memoria histórica, cambio climático, desigualdad laboral…

Valladolid prepara para el 10 de febrero, coincidiendo con la Gala de los Goya, una movilización sin precedentes contra las políticas excluyentes de la extrema derecha alentadas por Mañueco en Castilla y León

El ya estrecho control de la Junta sobre los medios ganó enteros con una ultraderecha que no disimulaba su uso partidista y su instrumentalización ideológica con los fondos públicos. Cuidar al presidente Mañueco (PP) y al vicepresidente García-Gallardo (Vox) se convirtió en la gran prioridad de los vigilantes mediáticos del Ejecutivo autonómico. La distancia entre la ancestral presión a los medios y el chantaje con los recursos públicos bautizados como “plan de medios” y “publicidad institucional” se difuminaba. La prohibición de llamar extrema derecha a Vox se fue extendiendo al tiempo que crecía el acoso a periodistas o medios críticos y el veto a información “molesta”. Mañueco se convirtió en las Cortes en la vanguardia irrespetuosa de la política autonómica con una peineta a una procuradora socialista. García-Gallardo le secundó con prácticas similares en el Parlamento autonómico. El ultraderechista que preside las Cortes miraba casi siempre para otro lado. El respeto emigró del Parlamento.

Hay razones de peso, de mucho peso, para acompañar a Goya y a sus premios el 10 de febrero en las calles de Valladolid. Voces contra la injusticia aliadas de un cine comprometido con la sociedad. El mismo cine que en 2003 se rebeló contra la Guerra de Irak. Los mismos premios que han servido de escenario para denunciar la precariedad laboral, los recortes sanitarios, la agresión de Putin en Ucrania, la valla de Melilla, los desahucios, la agresión nazi contra Palestina, la invisibilidad de las mujeres… Los mismos premios que en 2023 denunciaron la exclusión de las personas con discapacidad.

Valladolid se prepara para acoger los Premios Goya. Valladolid y Castilla y León preparan también su mayor movilización contra “las políticas excluyentes de la extremada derecha” alentadas por Mañueco en la Junta y en el propio Ayuntamiento de la ciudad. Es el espíritu de un cine comprometido con su sociedad y el de un artista que denunció desastres, represiones y censuras inquisitoriales el que mueve a más de 40 organizaciones a pedir el 10-F respeto por las mujeres, para los inmigrantes, para las personas LGTBI, para la enseñanza inclusiva, por la memoria histórica, para la cultura, para el medio ambiente, para los trabajadores… En definitiva, respeto por la democracia plural y “Respeto por Castilla y León”.

 

J. LUIS F. DEL CORRAL 2023elantivirusblog@gmail.com

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